Fuente: La Vaca
Claro, preciso y contundente como el grito Nunca Más: así fue el mensaje que la sociedad dejó hoy expresado en el acto en Plaza de Mayo, donde una multitud se reunió para exigir la aparición con vida de Santiago Maldonado, a 10 días de desaparecer en medio de una brutal represión llevada a cabo por la Gendarmería Nacional, con la supervisión en persona del jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad.
Gris, oscura, con niebla y garúa: horrible, como estos tiempos.
Esa meteorología de la tarde del viernes 11 de agosto fue acompañada por un clima humano que impregnó a la multitud de un modo que pocas veces se percibió con tanta nitidez en este tipo de actos: preocupación, pero también firmeza. Miles de personas plantadas en Plaza de Mayo, bajo la lluvia y el rugido de los truenos, para reclamar por aparición con vida.
Otra vez.
En este caso, la aparición con vida de Santiago Maldonado, 28 años, desaparecido desde el 1º de agosto. Si de Julio López alguna vez se dijo que es el desaparecido 30.001, estamos ahora ante el 30.002, aunque se sabe que en estas cuentas cada número es una vida y cada cifra se queda corta.
El acto tuvo la altura, la madurez y la sencillez que no suelen darle a estos temas el periodismo ni la política mediática. La última oradora precisó sólo dos minutos para decir todo lo que necesitaba hoy escucharse. Andrea, la cuñada de Santiago Maldonado, planteó desde el escenario: “Queremos que Santiago aparezca. Es lo único que nos importa. Después hablamos del resto”.
“El resto” es el cúmulo de versiones, falsedades, operaciones y opiniones que distraen de lo crucial: Santiago Maldonado está desaparecido.
La sencilla frase de Andrea fue, por eso, estremecedora.
El acto, el documento de los organismos de derechos humanos y la multitud dejaron en claro la directa responsabilidad del Estado en esa desaparición, que es un delito de lesa humanidad que sigue cometiendo el Estado argentino cada minuto que transcurre desde aquel 1º de agosto, cuando la Gendarmería reprimió a una comunidad mapuche en la chubutense Ruta 40 y no volvió a saberse de Santiago.
Entre el público, bajo la llovizna, Daniel dice a lavaca: “Esto es lo más grave que pasa en Argentina hoy. Un desaparecido es más grave que la deuda externa, o que la guita que no nos alcanza. Y si la angustia no se hace colectiva, estamos en el horno”.
A su alrededor seguía llegando gente.
Hamburguesas y coberturas
Silvana fue con su hija. Cuenta: “Soy empleada del Poder Judicial. Vine porque no podemos quedarnos mirando por televisión cuando pasa esto”.
Soledad, compañera de trabajo y de alarmas: “Hoy es por Santiago. Mañana puede ser por cualquiera. Si le pasara a mi hijo me gustaría que todos estén aquí”.
Graciela y Antonio llegaron desde La Plata con hojas A4 protegidas en una bolsa transparente para que no se mojaran. Dicen: “Nunca Más Terrorismo de Estado”. “Hablan de los mapuches como si fueran terroristas, banalizan la palabra desaparecidos, como si Santiago se hubiera perdido. Es un espanto”.
De fondo y como un mantra se escuchaban desde la pantalla del escenario las voces de artistas exigiendo: “Aparición con vida de Santiago Maldonado, ya”.
La santiagueña Lisandra vende hamburguesas con queso y huevo. “Sé que este acto es por el chico desaparecido. Estamos muy mal. Hoy es uno, mañana puede ser otro y otro. Como la dictadura. No sé qué decirte”. Cuenta que no puede trabajar: “Vendo en la cancha, pero la Policía Federal te echa. Me metieron presa, y me secuestraron la mercadería. Yo cumplí con todos los requisitos de bromatología, pero la última vez me defendieron los propios clientes cuando la policía quería secuestrarme todo. Ahora hice un recurso de amparo”. Lisandra anuda las dos historias: “Es como lo de esta pobre gente: a ellos no los dejan vivir en su tierra, a nosotros no nos dejan trabajar. Pero encima te hacen desaparecer. No se puede”.
Gabriela es traductora, Luciana es socióloga. Fueron con sus nenas de 5 años. A Gabriela se le bloquea la garganta. Logra no llorar: “Una quiere criar hijos solidarios, responsables y comprometidos y después estos hijos de puta te los desaparecen”. Luciana: “Hay muchas mentiras, como cuando dijeron que Santiago estaba en Entre Ríos. Siempre hacen lo mismo, como cuando otro supuesto camionero aseguró que había visto, también en Entre Ríos, a Araceli Fulles”.
Claudia, psiquiatra, sobre el rol de los medios: “Cobertura es para ellos tapar, cubrir”.
Luciana: “Los medios han hecho operaciones. Son responsables también de la desaparición al ignorar el tema o publicar todo lo falso”.
Lo que escribió Santiago
Sergio,Maldonado leyó un texto que había escrito su hermano Santiago. En un tramo plantea: “Se dice que el problema es la inseguridad, que los delincuente son el problema de todos nuestros males. Pero nadie se cuestiona la raíz de esos problemas. Es un mundo artificial, donde el valor de intercambio material es el dinero que genera desigualdades, por lo cual empiezan a aparecer sometidos, sometidas, sometedores y sometedoras. Corrompen, porque el dinero respalda al poder y viceversa, dejando atrás todo tipo de buenos valores, verdaderas relaciones humanas, sentimientos y honestidad”.
Esas son las ideas del joven desaparecido.
Para finalizar su breve intervención, Sergio gritó: “Hermano: estoy orgulloso de vos. Te voy a buscar hasta el final. Me importa un carajo si me pasa algo. Hermano: te quiero ver”.
¿Qué es desaparición forzada?
Una crónica del presente, que revela lo que el periodismo comercial ocultó o deformó: así puede leerse el documento firmado por organismos de derechos humanos (Abuelas, Madres Línea fundadora, Cels, APDH, Hijos-Capital, Familiares de Detenidos y Desaparecidos por razones políticas, Liga Argentina por los derechos del Hombre, entre otros). Primero, resume los hechos, a partir de la información que recogieron en el lugar, algo que ningún medios comercial hizo hasta ahora:
“El único responsable es el Estado”
El documento resume también cómo reaccionó el Estado argentino ante la desaparición de Santiago: “El Presidente Macri recién se pronunció sobre el tema a horas de la realización de esta marcha. La ministra Bullrich no se presentó ni siquiera a la convocatoria del Congreso Nacional·.
Finaliza con las exigencias de la sociedad al Estado:
¿Quién es terrorista?
El documento leído hoy ante la multitud en Plaza de Mayo explica que la familia de Santiago y la Comunidad Pu Lof viven momentos de mucha desesperación. “Y nosotros debemos acompañarlos. Como pueblo no podemos permitir más retrocesos en materia de derechos humanos”.
“La escalada represiva contra los movimientos sociales es un mensaje del poder. Pero cruzaron un límite al negar la desaparición de Santiago y demonizar a la Comunidad Pu Lof, identificándola como un grupo terrorista”.
El final fue una recomendación:
“Instamos al pueblo a no dejarse manipular por informaciones falsas y a no caer en la estigmatización que se promueve desde el poder. Agitar el fantasma del terrorismo es la antesala para cercenar derechos y garantías”.
Así, el acto se convirtió en noticiero y clase magistral sobre derechos humanos, en mensaje al Estado y a la sociedad, en límite a los medios y a la impunidad.
Así,la cascada voz de las Madres resonó en Plaza de Mayo.
Así, hicieron Historia.
Y así, esta sociedad dijo hoy Nunca Más.
Otra vez.